El asedio a Madrid durante la Guerra Civil Española fue el escenario del paso de una guerra de columnas, típicamente colonial, a un tipo de conflicto que anticipa el que asolaría Europa tan solo unos años después. Se trata de mostrar la huella general de aquel ensayo, especialmente en la táctica del bombardeo estratégico y en los servicios de información militar. La mayoría de los trabajos que han tratado el Madrid de la guerra se han centrado sólo en los aspectos militares del frente o en la persecución y represión que estremeció el subsuelo de la ciudad, sobre todo entre los meses correspondientes a la denominada “Batalla de Madrid” (noviembre de 1936 - marzo de 1937). Y todo ello a pesar de la importancia que mantuvo durante toda la guerra, para el bando republicano aun cuando había dejado de ser su sede gubernamental.
Una vez fracasado el golpe y estabilizados los distintos frentes, Madrid desaparece de la mayoría de las historias de la guerra civil, también de las que se han sucedido, con mayor o peor fortuna, desde la Transición a nuestros días. Desde entonces pasa a ser una ciudad sitiada de la que no queda prácticamente nada en pie, causa y efecto último de la necesidad que tuvo el franquismo no sólo de vencer la defensa de Madrid, sino de borrar la memoria de la ciudad resistente y de ocultar los pasos que dirigieron su rendición.