Ochenta años después del final del horror de la guerra, el plano Madrid bombardeado 1936-1939 propone una visualización del urbicidio de Madrid, consecuencia de los bombardeos sistemáticos, aéreos y artilleros, sufridos por la ciudad durante la Guerra Civil. Madrid fue la primera gran urbe que sufrió un bombardeo moderno.
El desarrollo de la tecnología aeronáutica se puso al servicio de una capacidad destructiva sin precedentes para provocar, como objetivo militar declarado, la desmoralización de la población civil. Se trata del primer ensayo a gran escala de las teorías militares aeronáuticas de Douhet. Un ensayo también del armamento y las tácticas que, unos meses después, se pondrían en práctica a una escala aún mayor en muchas otras poblaciones europeas.
Sin embargo, a diferencia de otras ciudades masacradas por las bombas, como Londres o Coventry, donde existe una memoria colectiva e institucional, este pasado común fue silenciado en España durante décadas. Un olvido inducido por un régimen interesado en divulgar una imagen de Madrid como capital de la victoria, más que como población víctima de la violencia.