A la atención de Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea:
Tras haber estudiado, en la clase de cuarto de ESO del IES Arcipreste De Hita, la historia de los bombardeos sufridos por nuestro barrio hace más de 80 años, hemos aprendido a distinguir que al menos hay tres tipos de violencia: La violencia directa, que consiste en hacer daño a una persona atacando su cuerpo, su mente, o sus bienes materiales, la violencia estructural y la violencia cultural.
En el caso histórico que hemos estudiado había un gran nivel de violencia directa. Las bombas que caían desde los aviones explotaban directamente sobre la ciudadanía, sus casas, bares, calles, lugares de ocio o parques. Afectaban a sus cuerpos, a su salud, y a las cosas que poseían o usaban. Además, hemos aprendido que es muy importante tener en cuenta que fue un ataque sobre las mentes y la salud psicológica de las personas, ya que uno de los objetivos de los bombardeos era investigar, si se podía estresar a los soldados del frente dañando y aterrorizando a sus familiares y amigos que estaban en sus casas no participando en la guerra. Creemos que es probable que las bombas crearan una atmósfera de miedo que afectara a la salud psicológica de las personas que vivían en la ciudad de Madrid.
También hemos podido comprobar cómo se atacaron los medios de abastecimiento para encarecer las reservas de alimentos, lo que indirectamente también supuso un alto nivel de violencia directa contra la población. Se afectó a la economía del país y eso impedía hacer una vida normal y cotidiana, incluido el acceso a la sanidad, porque los sistemas sanitarios también tuvieron problemas causados por la guerra.
Además, también hemos observado cómo estos actos de violencia que hemos estudiado, los bombardeos, tuvieron consecuencias muy negativas en el futuro inmediato, ya que surgieron nuevas técnicas de ataque, y se aprendió a usar bombas incendiarias que destruían edificios enteros y fábricas que están en la base de la economía de los países. El ejército alemán pudo entrenarse para la inminente Segunda Guerra Mundial, donde la población civil volvería sufrir muchísimo y volverá a haber niveles altísimos de destrucción.
La violencia estructural, que tiene que ver con la discriminación a las personas dependiendo de su identidad y de su posición social, también hemos estudiado que estaba muy presente en el momento que hemos estudiado este proyecto. Era distinto qué podían hacer y qué se les permitía hacer a unas personas o a otras, dependiendo de su estatus social, género o lugar de procedencia.
En el escenario social donde ocurrieron los bombardeos, por ejemplo, era distinto vivir en un barrio burgués, que sufrieron menos los bombardeos, que en zonas más populares. Además los ricos tenían medios para huir de la ciudad o desplazarse a otras viviendas fuera de las zonas con riesgo de ser bombardeadas. Era una sociedad en la que las personas eran discriminadas por su clase social, y hemos estudiado como esto es importante, sobre todo, para entender las causas que estaban detrás de los actos de violencia directa que se cometieron sobre la población.
Hemos estudiado cómo los bombardeos sobre Madrid tienen mucho que ver con discursos políticos y sociales de la época. En el clima político previo a los bombardeos había personas que apostaban por la educación, la cultura de la paz, y la democracia, y también se votó libremente y se hicieron progresos como el voto de la mujer y los intentos de garantizar la igualdad de los ciudadanos ante la ley, pero muchas otras personas fomentaban una cultura de la violencia. Esto estaba relacionado también con la violencia estructural del clasismo de la época.
En algunas zonas de la sociedad se fomentaba poco el espíritu científico, frente a ideas que fomentaban conspiraciones o simplemente la ignorancia de la población. Debido a la dificultad para acceder a información de buena parte de la ciudadanía, era más fácil hacer creer a la gente argumentos falsos y sin fundamento, y esto acababa en violencia cultural y, posteriormente, en violencia directa sobre la población civil, por ejemplo bombardeándola.
Debido a todo esto, nuestra clase ha recibido con satisfacción este proyecto que nos ha permitido investigar cosas que son muy importantes para entender el pasado de nuestra ciudad y el presente de nuestras sociedades.
Por todo ello queremos hacer a la Comisión Europea las siguientes peticiones:
- Pedimos programas de concienciación y educación para promocionar la cultura de paz. Pensamos que habría que tener muy en cuenta el poder de las redes sociales a la hora de desarrollar estos programas, para llegar a los jóvenes y adolescentes, ya que la mayoría las usa, y es importante llegar al máximo de personas posible.
- Invitamos a la Unión Europea (EU) a recordar y tener presente el daño que causan las situaciones de violencia directa hacia la población civil, para que no vuelvan a ocurrir nunca en nuestra sociedad y dejen de suceder en los puntos del planeta donde están sucediendo ahora mismo.
- Nos parece una buena idea, también, educar en las aulas sobre estos temas de forma más temprana, y fortalecer los programas donde ya se educa sobre la violencia. Creemos que debería haber asignaturas específicas que hablen sobre estos temas. Además, en las asignaturas de Historia, hablar de los efectos de las guerras resaltando las nefastas consecuencias que tienen, por ejemplo, las terribles consecuencias que tuvo la conspiración militar de 1936 y todo los actos que posteriormente ocurrieron durante la posterior Guerra Civil sobre el conjunto de la población española.
- No nos olvidamos, tampoco, de que es importante también educar a los adultos, porque además así serán una herramienta para que sus hijos entiendan correctamente los peligros que se esconden detrás de los actos de violencia. Para evitar próximas catástrofes en el futuro, pensamos que es muy importante educar en el respeto a todas las culturas, ideologías y religiones.
- Encomiamos a la UE a darle más importancia a las consecuencias de las guerras que a los beneficios a corto plazo, las posibles simpatías hacia quien las provoca, o la posible indiferencia hacia los que pueden finalizarlas.
- Alentamos a la UE a dejar de hacer políticas basadas en la creación de armas nuevas, gastando tanto dinero en potencia militar, millones de euros en nuevas tecnologías para que distintas poblaciones se maten entre ellas.
- Nos gustaría que a la hora de contarnos las guerras actuales y del pasado se nos hable también de las herramientas que habrían permitido impedirlas. Entender los mecanismos que permiten mantener unos niveles buenos de igualdad y de libertad que impidan que estallen actos de violencia, especialmente actos contra la población civil. También que se nos enseñe qué hacer cuando de pronto hay una guerra en marcha, cómo reaccionar ante esa situación.
- Solicitamos a la UE a concienciar a toda la ciudadanía europea sobre lo importante que es el respeto hacia las demás personas para que tengamos solidaridad unos con otros y evitar situaciones terribles teniendo en cuenta que la libertad de uno termina cuando empieza la del otro, y que es importante que haya leyes que regulen la igualdad efectiva y la igualdad de oportunidades justas para todos.
- Habiendo estudiado cómo casi todos los conflictos que dañan la cultura de paz son provocados por altos cargos de los países, pensamos que se les debería exigir, para llegar a esos mandos, una educación mediante cursos y lecciones sobre la cultura de paz. Una vez ganadas las elecciones podrían firmar un contrato mediante el cual no puedan sobrepasar ciertos límites que dañen la cultura de paz. Pensamos que en caso de incumplimiento podrían recibir grandes penalizaciones judiciales y que se les retirara el derecho a acceder de nuevo a este tipo de puestos de trabajo.
En resumen, solicitamos a la UE a que se fomente que todas las personas tengan libertad para pensar, expresarse y divulgar ideas libremente, siempre que no hagan daño o perjudiquen fuertemente a otras personas y trabaje activamente por promover la cultura de la Paz.
Atentamente,
Los alumnos y alumnas de instituto de educación secundaria, Arcipreste de Hita, en Vallecas, Madrid.
